La tenencia responsable implica cuidar adecuadamente de un animal de compañía, garantizando su bienestar y fomentando una convivencia armoniosa con la comunidad.


Al proporcionar un entorno seguro, atención veterinaria y respetar la biodiversidad, se mejoran tanto la calidad de vida del animal como la de todos los que lo rodean.


Bienestar animal

La tenencia responsable de animales de compañía comienza con la garantía de su bienestar. El bienestar animal implica proporcionar un entorno adecuado que cubra todas las necesidades físicas, emocionales y sociales de las mascotas. Esto incluye:

  • Cuidado adecuado: Los animales necesitan un lugar limpio y seguro para vivir, así como acceso constante a agua fresca y una alimentación balanceada que se ajuste a sus necesidades específicas. Es fundamental asegurarse de que los animales tengan suficiente espacio para moverse y realizar ejercicio, lo cual es vital para su salud física y mental.

  • Salud: Mantener la salud de los animales es una responsabilidad crucial. Esto incluye visitas regulares al veterinario para chequeos, vacunaciones, desparasitaciones y cualquier tratamiento médico necesario. La esterilización es también un aspecto clave para evitar la sobrepoblación y reducir el riesgo de ciertas enfermedades.


 

  • Estimulación mental y social: Los animales necesitan interactuar y jugar, tanto con sus dueños como con otros animales, para evitar el aburrimiento y la ansiedad. Proporcionar juguetes, dedicar tiempo al entrenamiento y garantizar que los animales no pasen largos periodos de tiempo solos son prácticas esenciales para mantener su bienestar emocional.

Cuidar adecuadamente de una mascota no solo es un deber ético, sino que también fortalece el vínculo entre el animal y su propietario, lo que contribuye a una relación más saludable y feliz.


 



OBLIGACIONES Y NECESIDADES

Cumplir con las obligaciones y necesidades del animal es esencial para evitar problemas y asegurar su bienestar y el de su entorno.


Proporcionarles una alimentación adecuada, atención veterinaria regular, ejercicio, y un entorno seguro y estimulante no solo asegura una vida plena y saludable para ellos, sino que también minimiza conflictos vecinales, reduce el impacto en la biodiversidad y contribuye a una convivencia más armoniosa en la sociedad.


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